Este documental, que atrapa la atención desde la primera imagen, es
una obra de justicia necesaria y una pieza de memoria indispensable en
la ardua brega por el mosaico de la verdad en nuestra tierra. David
Ravelo Crespo es un hombre de entereza extraordinaria, en un país
asaltado por la cobardía y múltiples formas de miseria moral. Su labor
de muchos años como defensor de derechos humanos y líder popular en el
Magdalena Medio, y sus denuncias claras de la connivencia entre los
jefes paramilitares de la región y el ex presidente, motivaron lo que un
líder sindical de la región ha denominado "un falso positivo jurídico",
un montaje judicial que hasta ahora ha logrado mantener a Ravelo en la
cárcel; el reconocimiento que ofrece el sistema judicial colombiano a su
brega de años por la justicia y el respeto a la dignidad humana.
La maestría de Girón Serrano para incardinar imágenes y textos en un
apasionante relato que esclarece, desde el comienzo del documental, el
significado económico y geopolítico de una región en la que se explotó
el primer pozo petrolero por parte de la Tropical Oil Company –filial de
la Standard Oil Company, de Rockefeller–, contribuye de manera decisiva
en la tarea de comunicar la naturaleza tremenda de un complejo proceso
que ha logrado mantener el olvido de la barbarie, el atropello singular y
los poderes herederos del exterminio, con base en la ausencia de
deliberación pública de lo acontecido en el Magdalena Medio con el caso
de David Ravelo y con el devenir de la región.
No es poco lo que se ignora sobre los vastos alcances de las redes
corporativas de la Alianza Atlántica en su objetivo de corromper la
justicia, hasta lograr que los derechos elementales sean denegados de
modo sistemático. Tampoco es deleznable lo que se desconoce sobre los
métodos con los que amplias franjas de la función estatal son sustraídas
en la práctica de los principios constitucionales y convertidas en
herramientas de la red corporativa a través de diversos mecanismos de
intermediación.
La defensa firme de los derechos fundamentales y de la soberanía
nacional ha sido convertida en sospechosa por una maquinaria mediática
que se encarga de entretener y modular incesantemente a la opinión
pública. La justicia institucional debe declarar este mes de septiembre
sobre la libertad o la condena de David Ravelo Crespo. Los principios
justos que han guiado su vida y el conocimiento amplio creciente sobre
su transparencia en el obrar, han gestado una comunidad de personas y
organizaciones sociales, nacionales e internacionales, que aguardan el
pronunciamiento que haga justicia: libertad inmediata.
Héctor Arenas - Le Monde Diplomatique Colombia
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